LAS CHOZAS DE CREVILLENTE - SUPÉRATE A TI MISMA

LAS CHOZAS DE CREVILLENTE – SUPÉRATE A TI MISMA

Escribo este post con las agujetas que ya sabía que iba a tener. Las mismas que tuve al día siguiente de pisar por primera vez el recorrido de Las Chozas de Crevillente, una carrera de montaña de 14,5 kilómetros y con desnivel positivo de 500 metros. Hace dos semanas le pedí al amigo Ramón de Crevillente que me enseñara el recorrido y junto con una decena de compis más me mostraron el camino. Me lo pasé genial y ese reconocimiento del terreno me daba algo de seguridad para enfrentarme a la que iba a ser mi primera carrera «en serio» de montaña. Siempre he pensado que prefiero el asfalto pero de vez en cuando el olor a monte te deja como nueva para afrontar lo que quieras.

Vayamos por partes. Os confesaré una cosa. Me dan miedo las piedras grandes que se mueven, las pequeñas que te hacen resbalar y las bajadas técnicas. Bien, sabiendo esto podéis pensar que estoy loca metiéndome en una carrera así… Y lo estoy, pero también está genial comprobar, aunque con miedo, que todo es posible. Me presenté en Crevillente el sábado a las 18 horas con unos nervios que no podía contener. Sabía a lo que me enfrentaba, el calor era sofocante y sólo pensaba en disfrutar de la tarde de trail.

Comenzó la carrera a las 19 horas y tras una vuelta de «calentamiento» por el pueblo nos dirigimos hacia la rambla que te lleva a la montaña. Desde allí comienzas a subir para encontrarte con las famosas Chozas, construcciones de piedra que se esparcen por todo el recorrido y que en su día sirvieron de refugio para pastores. La primera mitad de la carrera es toda hacia arriba, debes medirte bien para que tus piernas aguanten las bajadas posteriores, subidas duras que se intercalan con sendas, caminos y unas vistas magníficas. Crevillente y sus montañas nunca defraudan. Dicen que la dureza en la montaña se lleva de otra manera. Puede que sea el aire, el ambiente limpio y la pureza del terreno pero esa afirmación es totalmente cierta.

Sobre el kilómetro 7, ya casi en el punto más alto, comienzo a notar mi cansancio. Aunque he de decir que mi miedo por la bajada técnica que me esperaba a partir del kilómetro 8 era mayor que mi dolor de cuadriceps. Aún así intentaba no pensar demasiado, mi cabeza suele dominarme con frecuencia y desconecto de ella cada vez que puedo. Me hidrataba bien en los controles, apretaba los dientes y tiraba montaña arriba. Nadie dijo que fuera fácil pero cuando lo consigues es lo más. Llegar a la cima es comprobar que todo ha merecido la pena.

Después de la bajada técnica, en la que casi le arranco el brazo a mi coach (tiene el cielo ganado) vino lo mejor. A partir de ahí tienes casi 5 kilómetros para disfrutar del terreno, la montaña, la temperatura (las que vamos lentas tenemos de regalo que el sol se esconde mientras bajas) y darle a tus piernas la soltura que necesitan después de tanta fuerza acumulada en las subidas. Dejarse llevar en ese momento es la recompensa de lo que has pasado en el primer tramo. Tras dejar la montaña atrás, vuelves a la rambla del principio que te llevará de nuevo al pueblo. Y aquí sí disfrute, ya lo tenía hecho.

Y así fue como el sábado acabé mi primera carrera oficial de montaña en la que me importó muy poco el tiempo. Sólo quería comprobar que a veces es mejor dejarse llevar que entretenerse por el camino pensando qué podía haber sido. Si quieres algo, hazlo. Por muy duro que sea. Hazlo por ti misma. La mejor recompensa al trabajo bien hecho es llegar donde te propones. Y en esto del running lo importante es siempre llegar… Porque recuerda que el que nunca llega es aquel que no tiene el valor de ponerse en la línea de salida.

—— AGRADECIMIENTOS ESPECIALES——

Gran carrera, gran recorrido y gran avituallamiento final. Gran bolsa del corredor e impagable súper hamburguesa que te quita las penas al llegar a meta. Pero todo esto no tendría sentido sin la gente que se lo trabaja de verdad y piensa en el corredor. Gracias a Ramón por tanto cariño y a los chicos de Crevillente que me enseñaron previamente el recorrido (Juanjo, Valen, Isidro, José, etc.). Crevillente y sus carreras siempre son especiales para mi y repetiré seguro. GRACIAS!